martes, 17 de diciembre de 2013

NUESTRO PASADO San Juan de la Cruz en Los Villares

Bien por ese gusanillo que nos arrastra a husmear legados o papeles, la historia o sencillamente las cosas del ayer como del hoy, y bien porque se trate de cosas de nuestro pueblo, o de ambas cosas a la vez, como es el caso que nos trae. Desde luego que uno no puede sustraerse a la alegría que proporciona el poder comprobar tan sólo que el nombre de nuestro Jaén se encuentra contemplado en obras y escritos de fama mundial. Por ello y con la finalidad de que esto sea conocido lo refiero a continuación. Como ejemplo el prestigioso escritor francés Prosper Mérinée, nacido en París en 1803, y en su libro “Viajes a España”, narra sus varios viajes a Jaén. Así mismo el autor indio Rudyard Kipling, autor de “Luz que se apaga”, menciona Jaén en su capítulo III. No se me dirá que esto no nos enorgullece, pero mucho más nos agradará sabiendo que no sólo lo citan los autores anteriores sino el mismo San Juan de la Cruz en su “Obras diversas”. Es mucho más agradable para nosotros, los villariegos, saber que este autor hace explícita mención de nuestro pueblo. Es cierto que este santo vivió varios años por nuestra provincia. Como creemos que este libro ha sido y sigue siendo lectura obligada de aquellos que no sólo han estudiado carrera, sino también, y como es mi caso, de los que necesitamos un apoyo cultural, un ejemplo del bien escribir y del bien hacer en esta vida. De ahí precisamente es de donde viene esa mi curiosa investigación. Cuando uno tiene la escasa y veraniega oportunidad de viajar, una de las cosas por las que más me intereso es la de buscar libros antiguos, y en esta ocasión en la lejana Barcelona, teniendo conocimiento del mercado de ocasión barcelonés, así como el antiguo rastro, yo veía libros y más libros. Quería nadamás y nada menos que encontrar un libro antiguo de San Juan de la Cruz, así como una edición del pasado siglo. ¿Motivo? Pues sencillamente que en la ciudad que menciono llegué a tomar contacto con un ex-camaldulense, o sea, de la orden de San Bruno. Esta persona, al saber que era de Jaén, y en concreto que nací en Los Villares, se alegró sobremanera. Me habló de San Juan de la Cruz, autor que él había leído y meditado muchas veces, de ahí que conociera los viajes y estancias del santo en ésta nuestra tierra. Pero no acabó ahí mi agradable y gran asombro: ¡El ex-camaldulense se sabía casi de memoria las obras de San Juan de la Cruz!, y ello, a pesar de qu ya eran bastantes los años en que se había salido de aquella orden tan dura y penitente, motivo por el cual él no había podido resistir pues no todos tienen tanta fortaleza. Me decía que era una vida contemplativa y de continuo sacrificio, en síntesis: “comer y dormir poco, trabajar y rezar mucho”. Esta persona me aseguró que San Juan de la Cruz visitó Los Villare en el mes de enero de 1587. Lo recordaba muy bien, que venía de martes y llegó al pueblo y se hospedó en la posada que había subiendo una cuesta. Como el amigo me vio tan perplejo al contarme esto, se afianzó en ello e incluso me dijo quien era el autor de aquella obra del Santo, se trataba de otro fraile, San José de Jesús María, carmelita descalzo. ¡Hombre, la duda siempre cabe! Pero no creo que una persona que se quiso entregar totalmente a Dios, mienta. Pero además cuando me lo relató fue en presencia de varias personas, unas de mi familia y otras personas mayores. De ahí que después me fuera a buscar libros antiguos, por si encontraba el autor que me había indicado. Pero desde el verano hasta ahora, y ya por mi cuenta, no solo he preguntado por varios conventos, incluido el de Jaén. Y por aquello de haber tantas ediciones como autores del santo además del tiempo transcurrido, no conocen ésa. Sin embargo la curiosidad me hizo releer de nuevo su vida, repasándola hay datos que son coincidentes, la biografía que yo tengo es de Aulogio Pacho y de 1987. San Juan de la Cruz nació en Fontiveros, provincia de Ávila, en 1542. Así, muy brevemente, esta sería su vida: de muchacho se fue a Medina del Campo donde hizo de carpintero, pintor y de acólicto entre otras cosas. En 1568 se hace sacerdote carmelita. En 1571 acompaña a Santa Teresa a la fundación de Alba de Tormes. En 1576 y 77 es preso en dos sitios distintos. Ya en 1578 comienza sus correrías por la provincia de Jaén; funda el convento del Calvario, y de la Peñuela, luego se encuentra en Beas de Segura y Baeza. En el mes de enero de 1586 lo nombran superior mayor de la orden en Andalucía, y por dicho cargo dan comienzo sus continuos viajes. Ahora recordemos que nuestro pueblo, Mancha Real, Valdepeñas y Campillo fueron como producto de aquella real orden de Da Juana de colonizar las tierras de Jaén de 1508; pero que en realidad no llegaría a ser un verdadero asentamiento hasta 1535 o más. Y si bien hay datos de que en nuestro pueblo en 1521 tenía un censo de 211 almas, es más que hipotético que el número de sus habitantes unos 15 años atrás, o sea en 1586, fuera algo menor, pero muy aproximado. Por ello no parece difícil que San Juan de la Cruz pasara una noche en Los Villares. Para afianzarme en esto no sólo he dejado transcurrir un poco de tiempo, sino que me he comunicado con mi familiar pidiéndole nuevamente los datos, para ver si cambiaba algo, pero he tenido la satisfacción que me ha enviado su versión y en nada difiere de la antes expuesta. Al menos sabemos que uno de los varios autores de San Juan de la Cruz relata su estancia por una noche en Los Villares.


Nº11
Curso 98/99
segundo trimestre
M. Palacios Zamora

No hay comentarios:

Publicar un comentario